Día de San Pedro y San Pablo

En Chile, el Día de San Pedro y San Pablo se celebra cada 29 de junio, fecha fija en el calendario litúrgico de la Iglesia católica, en honor a los apóstoles San Pedro y San Pablo, figuras clave en la formación y expansión del cristianismo.

A diferencia de otros países donde esta festividad puede trasladarse al lunes siguiente, en Chile no es un feriado trasladable, por lo que siempre se conmemora el día 29.

Se trata de una jornada importante dentro de la comunidad católica chilena, especialmente en zonas costeras y rurales. En muchos lugares, esta celebración coincide con fiestas patronales de pescadores, ya que San Pedro es considerado su santo protector. Procesiones marítimas, misas solemnes y ofrendas marinas son parte de las tradiciones más representativas, como ocurre en localidades de Chiloé, Coquimbo, Valparaíso y el Biobío.

La festividad recuerda el martirio de los apóstoles Pedro y Pablo en Roma, así como su papel fundamental en la construcción de la Iglesia: Pedro, considerado el primer papa y símbolo de unidad, y Pablo, uno de los mayores difusores del cristianismo entre los pueblos no judíos.

Aunque comparte el calendario litúrgico general, en Chile esta solemnidad no está ligada a la celebración del Sagrado Corazón de Jesús ni a leyes de traslado de festivos, ya que mantiene su fecha fija cada año.

Origen de la conmemoración

San Pedro

Simón Pedro, nacido a finales del siglo I a. C en Roma, también conocido como San Pedro, fue uno de los discípulos más destacados de Jesucristo. Igualmente, es uno de los apóstoles más conocidos, venerados y citados en las escrituras del Nuevo Testamento, apareciendo, además, pasajes sobre sus enseñanzas en Hechos de los Apóstoles y en los Evangelios Canónicos.

Considerado el primer Papa de la historia debido a la popularidad de sus enseñanzas que aparecen en los escritos apócrifos, y además, por las palabras que Jesús le dedica:

“Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo” (Mateo 16:18-19).

Según la tradición, Pedro, quien era obispo en Roma, murió martirizado bajo la orden de Nerón, siendo después sepultado cerca del lugar de su martirio. El emperador Constantino I, para honrarle, mandó a construir una basílica sobre su sepultura a principios del siglo IV.

San Pablo

Pablo de tarso, también conocido como San Pablo, nació entre los años 5 y 10 d.C, en Tarso de Cilicia actual Turquía, es venerado como el apóstol de los gentiles o de las naciones, junto a San Pedro, es uno de los discípulos más populares entre los creyentes religiosos.

Se le considera, además, uno de los más importantes creadores de la iglesia católica y un entregado misionero a la orden de las causas más nobles.

Según el relato de Hechos de los Apóstoles, fue apresado en Jerusalén, ajusticiado y martirizado bajo el gobierno de Nerón. Se presume que su muerte ocurrió entre los años 58 y 67 en la ciudad de Roma.

Actividades en el Día de San Pedro y San Pablo

En Chile, el Día de San Pedro y San Pablo es especialmente significativo en zonas costeras, donde San Pedro es venerado como patrono de los pescadores. Por ello, muchas localidades realizan celebraciones que combinan tradiciones religiosas con expresiones culturales propias de cada comunidad.

En diversas ciudades y pueblos del litoral, como Valparaíso, Coquimbo, Iquique, Chiloé y Concepción, se organizan procesiones marítimas, en las que las embarcaciones son decoradas con flores e imágenes religiosas para acompañar la figura del santo mientras recorre la bahía.

En Chiloé, donde la religiosidad popular tiene gran arraigo, se realizan misas solemnes, procesiones por tierra y actividades comunitarias en torno a las parroquias locales. Muchas caletas también celebran con bendiciones de redes y embarcaciones, agradeciendo la protección y pidiendo prosperidad para la faena pesquera.

En ciudades como Antofagasta, Talcahuano o Puerto Montt, es común encontrar ferias, muestras gastronómicas y actividades culturales que se suman a los actos religiosos, integrando a pescadores, turistas y habitantes locales.

En todas estas celebraciones se combinan elementos religiosos y festivos, reflejando la profunda devoción hacia San Pedro y la importancia del mar en la vida de muchas comunidades chilenas.